Una de las banderas del actual Govern es su lucha contra las adicciones y el juego. El vicepresidente Yllanes, encargado de la cuestión, ha declarado en varias ocasiones que se hará todo lo posible para frenar los intentos de hacer de las Baleares un “Las Vegas low cost”.
En los últimos años, hemos asistido atónitos a la proliferación sin control de locales de juego y apuestas, a una avalancha de publicidad indiscriminada en cualquier medio y soporte, y al todo-vale en el online. En los campos de fútbol, las apuestas on line han sustituido los emblemas históricos de los equipos de fútbol.
Además, a tal velocidad que la actual Ley del Juego, aunque con la mejor intención, llegó tarde y se aplicó a trancas y barrancas.
Al frente del Juego Yllanes ha colocado a Miquel Piñol, un “duro” de la negociación que por lo que leemos en prensa y en redes está tejiendo una tela de araña de contención frente a un sector que, no olvidemos, está liderado por marcas como Cirsa o Codere, respaldados además por el megafondo de inversión Blackstone.
En resumidas cuentas: el peor adversario en un duelo dominado por pocos escrúpulos y mucho dinero.
En este diario, Yllanes se comprometió a reducir la oferta del juego significativamente con un plan que, de momento, desconocemos, pero que ya sabemos que ha puesto en alerta a todo el sector a nivel estatal porque ahora el “modelo balear” de la lucha contra las adicciones y la ludopatía es la pieza a batir (o, en la jerga del sector, el premio gordo).
De momento ya hay una moratoria en marcha y parece que también existe una estrategia diseñada con algo de inteligencia (que, en los tiempos que corren, no es poco). Y aunque no es el momento idóneo para hablar de reducir o decrecer un sector, muchos ciudadanos pensamos que esta sí es una medida valiente del Govern que cuenta con un amplio apoyo social.
Ahora que parece que el ministro Alberto Garzón, que también entró con fuerza en el tema, se ha desinflado cediendo ante el lobby de las apuestas deportivas y de la LaLiga, nos queda el tándem Yllanes-Piñol para ver si esta es otra política de postureo y salón o si se le va a plantar cara a Blackstone y otros monstruos del juego.
Habrá más. Hagan sus apuestas.
